La agencia calificadora Moody’s Investors Service señaló que si bien el empleo en México se recuperó rápidamente en términos generales, los salarios reales siguen disminuyendo.

“Los salarios, después de la inflación, especialmente de los trabajadores informales, probablemente se mantendrán bajos con la desaceleración del crecimiento económico a nivel local y en Estados Unidos en los próximos 12 y 18 meses”, acotó.

De acuerdo con el reporte, El estado del consumo en América Latina: Recuperación en México, Brasil y Chile, la firma reveló que los consumidores de Chile se muestran pesimistas, mientras que en Brasil lo son menos, y los de México son más optimistas.

En Chile, el pesimismo refleja una serie de shocks internos y globales, incluyendo el malestar social de 2019, la pandemia de coronavirus, las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, y la incertidumbre en torno a la nueva Constitución.

Por otra parte, señaló, el consumo es el principal factor que contribuye al Producto Interno Bruto (PIB). De hecho, el consumo privado sigue contribuyendo a casi dos tercios del PIB en Brasil, Chile y México.

La mala noticia es que en nuestro país, la recuperación se verá atenuada por una restricción de las condiciones financieras a nivel local y un menor crecimiento en Estados Unidos.

Por si fuera poco, la confianza de los consumidores estará influenciada por las expectativas de inflación y otros riesgos, como la lenta recuperación del empleo y los salarios.

La brecha de la inflación se agranda

El reporte advierte que la diferencia entre la inflación real y objetivo se ha ampliado. Principalmente el costo de los alimentos y la energía preocupa a los consumidores, especialmente los de bajos ingresos.

En México, la inflación fue de 8.2% en julio pasado, la cual se ubica muy lejos del objetivo del 3%. Pero aún así, los precios son menores a la inflación en Chile, ubicada en 13.1%, país que tiene una meta igual a la de nuestro país; mientras que la de Brasil se encuentra en 10.1% y su meta de inflación se ubica en 3.5%.

Lo anterior quiere decir que tras años de inflación de un dígito, esta se ha multiplicado en los rangos objetivo fijados por los bancos centrales.

Existen factores globales que fortalecen el impulso inflacionario local, como problemas en la cadena de suministro por el confinamiento prolongado en algunos de los principales centros de manufactura y logística de China, y las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania en torno a la energía y otros commodities.

El incremento del costo de fertilizantes y diésel también ha contribuido a mayores costos de los alimentos a nivel global.

En México, la disponibilidad de créditos de consumo es baja, y el mercado de crédito está rezagado frente a la mayoría de los países en la región y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Por Staff

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