El canciller Marcelo Ebrard Casaubón indicó que el gobierno de México enviaría hoy un “planteamiento por las vías diplomáticas adecuadas” para pedir al gobierno de Estados Unidos que comparta la información que obtuvo sobre las rencillas entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar).

Cuestionado de manera insistente por la prensa sobre la filtración del informe extraído de los servidores del Pentágono, y sobre la infiltración de la Agencia Antidrogas (DEA) en el Cártel de Sinaloa, Ebrard se limitó en repetir que antes que nada pediría información a Washington.

Así, a la pregunta de si el informe del Pentágono representa una intromisión a la soberanía, el canciller no se arriesgó en una respuesta contundente, pues declaró que “primero déjame tener la información y ya te puedo yo decir”.

Cuestionado si el gobierno de México presentaría un reclamo, insistió: “voy a tener hoy esa comunicación y yo les estaré informando en los próximos días en función de la información que me manden también ellos para no hacer algo que no tenga un basamento específico”.

Apenas la semana pasada, Ebrard viajó con todo el gabinete de seguridad de López Obrador a Washington para acordar una intensificación del combate contra el tráfico de fentanilo. Su tono hoy resultó mucho más cauteloso que el del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lleva dos días expresando duras críticas sobre el “espionaje” que el gobierno de Estados Unidos realizó contra el Ejército mexicano.

Entre los informes militares que un agente sacó de los servidores del Pentágono y difundió en la plataforma Discord, el Washington Post destacó uno que señalaba cómo las tensiones entre la Sedena y la Semar sobre la entrega de la vigilancia del espacio aéreo a la Sedena “probablemente exacerbará su rivalidad existente y disminuirá aún más su capacidad para realizar operaciones conjuntas”.

El informe, que no estaba destinado a publicarse, provocó la molestia de López Obrador, quien denunció un supuesto “plan injerencista” del Departamento de la Defensa de Estados Unidos, así como una “intromisión abusiva y arrogante” de la DEA en el país, a la que acusó de querer “violar nuestra soberanía, supuestamente para debilitarnos políticamente”.

Por Staff

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