En vísperas de la realización de la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, California, la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) alentó a los asistentes a impulsar políticas de protección de personas migrantes y solicitantes de asilo y la integración regional.

La sugerencia surge tras analizar la situación de los solicitantes de asilo atrapados en la frontera sur del país, en el informe “Luchado para sobrevivir: la situación de personas solicitantes de asilo en Tapachula, México”, documento que “pone de manifiesto los abusos de derechos humanos, el trato arbitrario y los enormes obstáculos a los que se enfrentan las personas solicitantes de asilo en cada etapa de proceso”.

El análisis de la organización se centra en Tapachula por ser esa ciudad donde se encuentra varada la mayoría de la población solicitante de asilo procedentes de distintas partes del mundo, sobre todo de Centroamérica, como parte de la reglamentación migratoria mexicana, generándose, de manera no oficial, una “política de desgaste”.

“Chiapas es el estado con mayor índice de pobreza del país, y Tapachula es una ciudad de 350 mil habitantes mexicanos. Únicamente el año pasado México recibió 130 mil solicitudes de asilo y 90 mil en la delegación de la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) en Tapachula”, mientras que hasta abril de este año las solicitudes alcanzan las 40 mil, explica Stephanie Brewer, directora para México y Derechos de los Migrantes de WOLA.

En entrevista, la defensora, responsable del documento, apunta que “en 2013 en el país se recibieron unas mil 300 solicitudes de asilo, es decir en los últimos 8 años se multiplicó por más de 100 veces el número de solicitudes, obviamente el número de empleados de la Comar sí ha aumentado, ya cuentan con nueve oficinas pero no está a la altura de este aumento muy grande en el número de solicitudes”.

Reflexiona que la gravedad de la situación en la ciudad fronteriza, por la saturación de los servicios y las limitaciones de sobrevivencia, se suman a otra serie de abusos y omisiones, que parecerían dirigidas a obstaculizar el avance de los migrantes solicitantes de asilo en México.

“La frase ‘política de desgaste’, no es obviamente una política escrita oficial, que es una combinación de reglas de acciones arbitrarias, de abusos y de omisiones por parte del Estado de las autoridades en Tapachula que genera para las personas solicitantes de asilo una situación de limbo jurídico de incertidumbre de vivir por muchos  meses en condiciones precarias o se víctimas de diferentes abusos desde la detención arbitraria hasta la discriminación ración y los ataques por acciones de grupos delincuenciales, es la suma de omisiones”, detalla Brewer.

Agrega que, ante los altos niveles de solicitudes de asilo, la reacción del Estado mexicano ha sido “contener a decenas de miles de personas en una sola ciudad, cosa que no tiene fundamento legal,” aunque existe una normatividad que obliga a los peticionarios de asilo a permanecer en la ciudad donde hicieron el trámite.

Al recordar que el año pasado hubo intentos de migrantes para romper el cerco y salir de Tapachula, Brewer destaca que a los solicitantes de asilo varados en Tapachula, debe sumarse otro tipo de migrantes que no lo tramitan, pero están de la misma forma estacionados ahí sin tiempo determinado.

“Tapachula no se da abasto, se dificulta el acceso al empleo, hay personas que no cuentan con una visa humanitaria, entre otros aspectos se dificulta el acceso a los servicios públicos, se dificulta el acceso a la vivienda (…) se está generando una crisis innecesaria, ahí está varada la población en solicitante de asilo, en condiciones no viables”, apunta.

Stephanie Brewer destaca que por testimonios obtenidos en Tapachula, las personas migrantes, “llegan huyendo de situaciones que ponen en peligro su vida, la vida de hijos e hijas, de sus familias”, que al llegar al país se topan con una serie de obstáculos.

“Estamos detectando dos etapas, la primera en la que se dificulta el acceso al sistema de asilo y luego la etapa ya presentada la solicitud en donde se da este prolongado limbo de las personas varadas en Tapachula”, señala.

De la investigación de WOLA se advierte que en los accesos oficiales a México por la frontera sur, lo primero que les dicen oficiales del Instituto Nacional de Migración es que “no es el lugar adecuado para solicitar asilo o que no pueden ingresar sin documentos, o si quieren solicitar asilo tendrán que ser detenidos”.

Ante las limitaciones de los funcionarios, “las personas solicitantes se ven obligadas a cruzar de manera irregular y tienen que tratar de llegar hasta las oficinas de Comar en Tapachula sin ser detenidas en los retenes del INM o de la Guardia Nacional o sin sufrir otros tipos de ataque, y esa es una situación completamente innecesaria que sólo agrega más sufrimiento y más riesgo al camino de las personas solicitantes de asilo que tienen derecho a solicitar asilo en la frontera de México”, trámites a los que se suman los de buscar una visa humanitaria para poder trabajar en México.

Stephanie Brewer alerta que el informe de WOLA considera que todos estos obstáculos ocurren en un contexto que no puede desligarse de la ascendencia de la política migratoria de Estados Unidos.

“Lo que estamos señalando es como la situación de Tapachula se inserta en el contexto bilateral con Estados Unidos y el contexto regional, donde vemos una lógica fallida de contención que trata de bloquear el camino a las personas migrantes, se materializa a través de la militarización de las fronteras y de las políticas de control migratorio, el aumento de las detenciones, y este fenómeno que se conoce como la externalización de la frontera de Estados Unidos hasta más allá de la frontera sur de México”, agrega.

El informe de WOLA formula una serie de recomendaciones al Estado mexicano, encaminados a “transitar de la lógica de bloqueo o contención, a una lógica de soluciones para las personas, empezando por lo más básico que es el acceso al sistema de asilo en condiciones de seguridad”.

Sobre la Cumbre de las Américas, la defensora considera que “es muy necesario que los gobiernos de la región aprovechen esta oportunidad de poner en el centro el tema de la cooperación en materia de migración y de acceso a protección”.

Stephanie Brewer reconoce que, si bien la agenda de la Cumbre no contempla analizar el tema migratorio, sí está considerando hacer un pronunciamiento al respecto por lo que WOLA recomienda que “la base de esa declaración para la cooperación que se da todo el tiempo que sea bilateral y regional que después de la Cumbre que el enfoque sea el acceso a la protección y a soluciones legales, porque es la forma de estabilizar a la población en migración forzada”.

Por Staff

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