Con más de dos mil 400 reservas a discutir del PEF 2023, este miércoles la sesión de la Cámara de Diputado estuvo marcada por ataques verbales, insultos, gritos, pancartas, carritos de supermercado, guantes de box y un ambiente álgido.

Durante más de nueve horas, los legisladores presentaron una parte de las reservas, pues la sesión continuará este jueves 10 de noviembre, después de que el presidente de la Cámara en San Lázaro, Santiago Creel, decretara un receso.

Desde el inicio de la sesión, los diputados del PAN comenzaron sus intervenciones recordando que el próximo domingo 13 de noviembre llevarán a cabo una marcha en la Ciudad de México bajo el lema “el INE no se toca”.

Como suele ocurrir en las discusiones de reservas, estas fueron desechadas una tras otra, o bien retiradas por los legisladores que utilizan sus turnos para emitir algún discurso político ajeno al tema a tratar.

Acusaciones de ‘borrachos y malditos’

Al final de la sesión, con los ánimos sumamente encendidos, tocó el turno en el uso de la palabra al diputado del PT, Benjamín Robles Montoya, quien de inmediato arremetió contra el PAN, al calificar a dicha bancada de ‘maldita’, calificativo que estuvo utilizando toda la sesión contra la oposición.

En respuesta, los blanquiazules le gritaron a coro ‘maldito’, ante los intentos infructuosos de Santiago Creel de calmar las pasiones de sus compañeros y de las bancadas de la 4T.

Durante este intercambio de insultos, el diputado Leonel Godoy, de Morena, solicitó mediante una moción de orden que se le practicara un antidoping a los panistas y, en una segunda intervención, el legislador michoacano pidió también un alcoholímetro y un examen psiquiátrico a los panistas.

 

Por Staff

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