Una mujer llamada Miroslava Valdovinos que presumió haber vendido 108 boletos a sobreprecio para el Corona Capital 2002 detonó una ola de reacciones en Twitter y la respuesta de Ticketmaster.

Valdovinos, supuesta “influencer”, publicó en su cuenta de Twitter (@cigrarrosdemiel, la cual ya fue eliminada) que los boletos que ofertaba no eran revendidos sino que el propio festival se los daba. Además, publicó imágenes de fajos de boletos para el festival, que se realizará del 18 al 20 de noviembre en la Ciudad de México.

La supuesta oferta anunciada en redes con el perfil de @cigrarrosdemiel era: abono por 9 mil 800 pesos y hasta 4 mil 500 pesos para un solo día, con la “facilidad” de 3 pagos quincenales y entregas en físico en la CDMX.

En la página oficial del festival, el abono general más caro -Fase 4- es de 6 mil 100 pesos y por cada día están en 2 mil 700 pesos.

Los usuarios de redes sociales hicieron tendencia el tema este jueves al cuestionar cómo le hizo para conseguir tal cantidad de boletos, además de acusarla de revendedora, lo que es una falta administrativa, según la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México.

Ante la situación que se hizo viral, el festival Corona Capital declaró previamente que no existe ningún programa de insiders o “embajadores de venta” y que el único punto oficial para comprar boletos es a través de Ticketmaster, por lo que alertó a los usuarios a no caer en ninguna estafa.

Además, abrió una lista de espera para que los interesados en adquirir boletos sean alertados cuando estén a la venta.

Por su parte, Ticketmaster -empresa encargada de vender los boletos para el Corona Capital- aseguró que “no conoce ni tiene relación alguna con Miroslava Valdovinos (@cigrarrosdemiel)” y rechazó toda participación en el uso indebido de tickets.

Las reacciones en redes sociales fueron variadas, desde quienes se desilusionaron de la “influencer”, hasta quienes cuestionaron si los boletos no se los habría dado Meet The Monks como regalo para su equipo de trabajo, porque supuestamente en esa agencia labora.

Los usuarios también denunciaron que otros influencers realizan este tipo de prácticas, reclamaron la reventa y consideraron que es un tema que debe ser atendido por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero ésta contestó que no tenía facultades y recomendó acudir al gobierno.

Por Staff

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