Luis Alberto Ibarra Martínez, “El Diablo”, fue detenido el sábado 20 de abril pasado por su presunta responsabilidad en el homicidio de los hermanos Luis Javier y Luis Enrique, así como el feminicidio de Guadalupe Noemí, quienes habían sido reportados como desaparecidos cuando viajaban de la Ciudad de México a Morelos.
Sin embargo, el martes 25 de abril, la jueza Alejandra Trejo Reséndiz decretó la no vinculación a proceso de “El Diablo”, debido a, según su resolución, falta de pruebas por parte de la fiscalía de Morelos, a pesar de que en su domicilio se hallaron diversas pertenencias de las víctimas. La jueza está bajo investigación y su resolución fue impugnada.
El caso de “El Diablo” está lleno de contradicciones que dejan mal parada a la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de Morelos y a su titular, el Almirante José Antonio Ortiz Guarneros. Lo único cierto es que del paradero de Luis Alberto Ibarra Martínez nada se sabe.
PRIMERO: El 24 de abril, la hermana de Luis Alberto Ibarra Martínez acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos para denunciar que mediante una llamada telefónica fue informada que “El Diablo” estaba siendo golpeado y torturado por personal de seguridad y custodia del Centro de Reinserción Social “Morelos” (que depende de la CES), así como por un grupo de internos.
La mujer solicitada una investigación sobre la información que había recibido, así como la intervención del organismo para que su hermano recibiera atención médica urgente, debido a que había sido herido de en la cabeza, luego de ser atacado a balazos.
SEGUNDO: El mismo 24 de abril, el Visitador Especializado en Asuntos Penitenciarios se constituyó en el Cereso para tratar de entrevistarse con el detenido, sin embargo, el personal del área jurídica le informó que había sido llevado a una diligencia a la Ciudad Judicial.
TERCERO: El 26 de abril, el encargado de despacho del Cereso informó que se realizó la valoración médica a “El Diablo”, diagnosticándolo como estable, con heridas en proceso de cicatrización. “No obstante, no anexó el certificado médico solicitado.
CUARTO: El mismo 26 de abril, por la mañana, el Visitador realizó una llamada telefónica a la hermana de Luis Alberto para confirmar si “El Diablo” había obtenido su libertad y si era su deseo presentar una queja, confirmando que su hermano obtuvo su libertad, pero que no sabía si presentaría la queja.
QUINTO: El 27 de abril aparece un video de “El Diablo”, donde hace declaraciones contra el fiscal de Morelos, Uriel Carmona. Sin embargo, ahora también se investiga si dicho video fue grabado desde el interior del penal, donde estaba recluido Ibarra Martínez.
Para la CDHM, en el video se aprecia que la vestimenta de “El Diablo” coincide con las con características que son propias de las PPLS (personas privadas de su libertad), lo que genera sospecha de que la declaración vertida en ese video habría sido grabada en las instalaciones del Cereso o en alguna otra perteneciente a la CES, y considerando lo manifestado en el numeral 2 respecto de los posibles actos de tortura, esta declaración pudo ser obtenida bajo coacción.
A simple vista, el video es «sospechoso» porque parece una producción profesional:
- Usa cámaras y micrófonos profesionales
- Edición profesional con cortes de imagen
- Usa barras de ajuste de color
- Hubo una producción de audio
- Usa una máscara de color con efecto sepia
- Aparentemente lee un guión previamente preparado, es decir, no es espontáneo
SEXTO: Ante la ausencia de “El Diablo”, quien no ha sido visto desde la audiencia del 25 de abril, la CDHM solicitó a la CES y al Juzgado Especializado de Control del Único Distrito Judicial en el Estado, que proporcionen los datos de localización, videograbaciones de las cámaras de vigilancia, boleta de liberación, constancia de entrega de pertenencias de egreso, bitácoras de salida y denuncias por tortura, entre otras, para tener certeza de que Luis Alberto efectivamente fue puesto en libertad.
SÉPTIMO: Josué Israel Molina Díaz, director general de Reinserción Social de Morelos, aseveró no conocer el video de “El Diablo”, por lo que se pronunció imposibilitado para responder ante el cuestionamiento de la CDHM.
OCTAVO: Sobre las grabaciones de las cámaras de vigilancia del acceso al juzgado, en donde se desahogó la audiencia de Luis Alberto, la autoridad penitenciaria respondió no tener acceso a las cámaras debido a que estas “no funcionan”.
“Por lo que respecta a las plumas de salida, donde se observe que éste se retiró del Cereso una vez puesto en libertad, me permito hacer de su conocimiento que esta Autoridad Penitenciaria se encuentra imposibilitada a remitir lo solicitado, toda vez que, el Sistema de Circuito Cerrado (CCTV), no funciona”, dijo Molina Díaz.