Los rescatistas mexicanos que viajaron a Turquía junto a los perros de rescate “Balam”, “Orly”, “Rex”, “July” y “Timba”, a manera de homenaje, usaron una playera con la imagen de “Frida”, la perra rescatista que falleció en noviembre del año pasado.

El Equipo de Búsqueda en Estructuras Colapsadas (USAR) Marina se denominó “Grupo de Rescate Frida”. Participan 8 mujeres y 29 hombres, así como dos caninos. Pertenece a la Armada de México y está bajo el control administrativo y operativo del Cuartel General del Alto Mando, informó la Secretaría de Marina (Semar), en un comunicado.

“Frida” rescató a 55 personas, 12 de ellas con vida y 43 sin signos vitales.

Los rescatistas mexicanos se la Secretaría de Marina (Semar) realizarán labores de ayuda en ese país, devastado por dos sismos, uno réplica del otro, de más de 7 grados de intensidad, que dejaron más de 7 mil muertos y más de 30 mil heridos.

El avión de la Fuerza Aérea Mexicana partió la mañana del martes del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

En septiembre de 2017, “Frida” participó en las labores de rescate en edificios que se cayeron en el terremoto de 7.1 grados en México.

La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, compartió en su cuenta de Twitter una foto de los rescatistas portando la playera con la imagen de “Frida”.

En las instalaciones de la Semar se colocó una estatua de “Frida”, con sus googles, chaleco y botas de rescate. Fue diseñada por el escultor Víctor Hugo y tallada en bronce.

“Frida” participó por primera vez en labores de búsqueda y rescate en 2010, con las brigadas internacionales de apoyo a la población civil de Haití, tras el terremoto que devastó a la isla.

En 2013 estuvo con los grupos de apoyo para localizar a personal civil atrapado en los escombros y estructuras colapsadas tras la explosión en la torre de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En 2017 trabajó una vez más con las brigadas internacionales de auxilio, búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo escombros en Ecuadro, después de un deslave que sepultó a una comunidad.

Su última aparición en estas labores fue en Oaxaca y en la Ciudad de México, después de los terremotos del 2019.

Por su trayectoria recibió un homenaje en vida y otro después de su retiro del servicio activo.

Hasta su muerte estuvo al cuidado del Subgrupo de Control Canino del Estado Mayor General de la Armada.

Por Staff

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