El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, llamó a los feligreses católicos a solidarizarse con “los hermanos que han sufrido el daño de la violencia, con todas las personas inocentes: los niños, los jóvenes, las personas mayores y las familias donde se ha tenido alguna víctima de la violencia; pidamos por ellos, consolémonos unos a otros”.

Durante la celebración eucarística dominical realizada en la Catedral de esta ciudad, el jerarca religioso llamó también a orar “sobre todo por los sacerdotes, por los apóstoles, misioneros, laicos, y por todas las personas que cumpliendo con su misión de evangelizar han perdido la vida”.

Cuestionó: “¿Cuántos sacerdotes han muerto en medio de la violencia? De manera muy especial hoy debemos recordar a los padres jesuitas que murieron en la Tarahumara asesinados y, como a ellos, a todos los sacerdotes que sabemos han muerto en el país porque el crimen organizado les ha quitado la vida”.

Recordó que este día se inicia la Jornada de Oración por la Paz en México y “de una manera muy especial los obispos hemos invitado a toda la iglesia de México para que en este domingo encomendemos a Dios a todos los hermanos que han muerto con ocasión de la violencia”.

Garfias Merlos invitó a acompañar a quienes han sufrido el dolor, el sufrimiento, el enojo o el deseo de venganza porque los han violentado injustamente.

“Todo aquello que haya en su corazón, que necesite consuelo, o todo aquello que necesite solidaridad pongámoslo en manos de Cristo para que salgamos de esta eucaristía consolados y con la experiencia de sabernos acompañados por nuestra iglesia, por todos por los que hoy podemos orar”.

Señaló que la palabra de Dios hoy invita a actuar como el buen samaritano con quien sufre y se duele; “recoger al que se encuentra perjudicado en el camino, curarle las heridas, llevarlo al mesón y esforzarnos por atender de la mejor forma a quien más lo necesita; es importante que seamos una iglesia samaritana, una iglesia que sufre, que se compadece, que se siente afectada por todos los que reciben perjuicio y que busca la forma de ayudar, que busca la forma de servir”.

Al inicio de la celebración religiosa, una mujer expresó: “Hoy hacemos nuestro el dolor y el sufrimiento de los que a causa de la violencia y la inseguridad que se vive en nuestro país lloran la muerte de un ser querido o padecen la barbarie de la violencia. Que estas situaciones nos impulsen a construir la paz en nuestros hogares y en nuestra sociedad, hagamos realidad el deseo de nuestros obispos de México, que nos invitan a tejer en Cristo nuestras relaciones de paz y de unidad”.

Por Staff

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